El amor por la camiseta

De Banfield a muerte

Al principio creíamos que era una de las tantas casacas que usa el colorido Garfield, pero era evidente que la camiseta de Pablito Portell, era la de River.

Mi primo Rodolfo, un tipo muy especial, cree que el único propósito del hombre en este planeta, es vivir para el fútbol. Pará Rodo, estás pasado de mambo, hay otras cosas en la vida... ser Presidente de un club de fútbol, aunque no sea el de tus amores, por ejemplo.

Rodolfo, ha acuñado una frase tan terminante como difícil de sostener. El dice que si un hijo te sale de otro club que no es el tuyo, fallaste como padre. Claro, los imponderables de la vida hacen que esto suceda en algunos casos, pero igual... no es de vida o muerte... para nosotros... para él SI.

Para él, tu hijo, debe ser indefectiblemente hincha de tu club, llevar la camiseta, mostrar sin tapujos los colores de los cuales se está orgulloso. La frase popular dice: “el hombre cambia de nacionalidad, cambia de partido político, cambia de religión, hasta cambia de sexo... pero no hay caso en el mundo entero de un hombre que haya cambiado de equipo de fútbol”. Qué frase no? Y, es verdad, yo no conozco haber escuchado nunca un caso así. Quizás este sea un caso en particular, donde un hijo salió hincha de un club diferente al del padre. Claro, el equipo que más campeonatos nacionales ganó... no va a ser hincha de uno que es virgen de títulos. Pero, porqué vamos a pensar mal de don Carlos, (genio, genio, genio), nuestro Presidente, si no tenemos pruebas de que haya fallado como padre, por qué haremos caer sobre su persona semejante acusación. Es más, creemos que don Carlos, es un muy buen padre, y su hijo NO LE FALLO.

Fuente: http://antiportell.blogspot.com/2008/09/simplemente-sin-palabras.html

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