La maldición de Garfield

Menem es de banfield

A lo largo de la historia recordamos maldiciones que se han transformado en verdaderos casos emblemáticos. Los descubridores de la tumba de Tutankamón, el Titanic, al que “ni Dios podía hundir”, o sin ir tan atrás en el tiempo, la maldición de los Kennedy. En esta oportunidad, nuestro trabajo de investigación nos llevo a dar con “la peor de las maldiciones” jamás conocida. Hoy la presentamos y ofrecemos la prueba final y contundente de porque Garfield, nunca será campeón del fútbol argentino.

La historia comienza a tan sólo 21 días de los comicios de Octubre de 1999 que ofrecía la posibilidad de sentar nuevamente en el sillón presidencial, nada más ni nada menos que al “turco” (no mencionamos su nombre temiendo quedarnos sin internet). Todos recordarán aquellos años aciagos. Lo cierto es que buscando distenderse y disfrutar de un picadito junto al cabezón, el innombrable dejó un rato la campaña y salió a la cancha. La foto fue tomada el día 03.10.1999, el mismo Duhalde se encargó de conseguir las camisetas de su amado Garfield y armó el partido. Un dato que no teníamos era el de las medias rojas, pero conociendo a Garfield, por ahí son las oficiales, no sé. Sobran las palabras amigos.

Ese mismo día, después de haberse puesto la camiseta de Garfield (una de tantas) indefectiblemente cayó la peor de las maldiciones sobre el pequeño club barrial. Este hecho corrobora con creces los 114 años de virginidad.

Para redondear este informe, consultamos con gente amiga en el Vaticano, y nos han confirmado que “si el turco se la puso”, “no hay exorcismo que valga”.

Foto: Archivo Diario LA NACION
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=155831

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