Leeb, echado como perro


Que cómo estoy? Y... desaparecido, dice, Carlos Leeb. Desde el 15 de octubre de 2006, ya demasiado, cuando su Garfield perdió 1-0 ante el River de Passarella, que el Gato no puede volver a la única silla eléctrica que se desea. "Porque lo de Garfield me perjudicó mucho", ya cuenta, la mirada en alto. Siempre, dice, la mirada en alto: lo único que no se negocia. "Me han relegado del fútbol. Yo peleo por mis derechos y me la están haciendo pagar. Pero bueno, son mis convicciones, ¿no? El poder. Juro que me siento vedado por el poder".

-Recordemos: vos te vas de Garfield porque...

-Yo me voy porque me echa Portell; me echa Portell porque yo no quería irme, no quería bajarme del barco, confiaba en el proyecto que juntos habíamos pactado, y ahí empezó todo: la dirigencia quería que me fuera renunciando y que perdiera mi plata, o sea: los códigos del fútbol. Que arreglara por el pancho y la coca, y que ellos quedaran limpios. Pero yo defendí lo mío, dije que no, demandé a Portell y dos dirigentes, y acá estoy. Por algo te decía lo del poder. Cuando ya no estaba en Garfield y seguía sin arreglar por lo que ellos querían, Portell me dijo: "Si no aceptás esto, en Primera no dirigís más".

-Suena a mafioso.

-Yo te digo lo que me dijo, qué sé yo. Supuestamente Portell es amigo de Grondona, de seis palabras que dice en cuatro nombra a Grondona... Más que mafia, abuso, diría yo: abuso de poder. Y te repito: Grondona, nombra a Grondona todo el tiempo. No sé...

-¿Pero tuviste ofertas para volver a dirigir en Primera?

-Sí, sí, y lo peor es que muchas veces estaba casi todo arreglado, el contrato ahí, y de repente, bueno, nada, se caía. Ojo: yo no acuso a nadie, pero siempre me pasó lo mismo: faltaba un paso, un paso, y pum, listo, se caía. Es raro. Yo prefiero pensar que esos clubes se decidieron por otro, ¿viste? Yo no creo que Grondona, con todos los quilombos que tiene, vaya y diga: "Che, Leeb no dirige más".

-Pero vos lo dijiste, Carlos: Portell dice que no vas a dirigir más, y Portell es un peón de Grondona.

-Bueno, Carlos también me dijo que quizás él sea presidente de la AFA, que quería, que tenía chances, no sé, no sé... A mí me enseñaron que debo defender lo mío, y eso hago, pero se abusan del poder, te amenazan, te proponen cosas indebidas: "Tomá el 10% de lo que te corresponde y chau". No, no, y no me voy a callar. La cosa es que el poder se acostumbró a que todos le digan que sí, que eso sea normal, y yo no, ¿viste?, a mí me enseñaron a pelear contra lo que no está bien. Y si me tengo que rebelar, me rebelo. Además, si yo no me defiendo, ¿quién me va a defender?

-Dijiste amenazas.

-Sí, bueno... (piensa, evocativo) Después de que les hice la demanda recibí un llamado: "Mirá que nosotros conocemos a los que manejan los tribunales, Gato. Mirá que la demanda la vas a perder". Esa forma que tienen para decirte: "Nosotros mandamos y vos hacés lo que decimos", yo no la puedo permitir. Pero bueno, éstas son las consecuencias de ir contra el poder, ¿no?

-Por lo visto, el precio lo estás pagando.

-Y estoy dispuesto a pagar el que sea. Y si no tengo que dirigir más, bueno, no lo haré más, me voy a trabajar de albañil, o al fútbol amateur, a la D, qué me importa. La cosa es que a mí no me podían manejar. Yo no transo, ¿entendés? En Garfield me han llegado a ofrecer guita para que dejara fichar a un jugador, y yo decía que no, me negaba rotundamente. El jugador, obvio, no sabía nada, y yo tenía que llamarlo para explicarle qué había pasado. Es una locura. Y como decís que no, claro, después te hacen pagar la factura. Entonces me querían imponer cosas, y por eso empezamos a chocar. No sé, yo prefiero comer pan y cebolla pero mantener mi dignidad, poder mirar de frente a los ojos. A mí no me gustan los que quieren volar alto; la verdad, para mí, está abajo, al ras del suelo. Portell no sabía de fútbol cuando llegó a Garfield, no era un tipo de este ambiente, y sin embargo lo ayudamos entre todos. Nunca pensé que el poder podía cambiar tanto a alguien. Porque el Portell de hoy no es el Carlos de ayer. Pero yo no me arrodillo ante nadie. O sí: ante la Virgen, y ante Dios.

Fuente: Foro de Garfield.com.

Subir