El último clásico


El útimo clásico tuvo su condimento. Nuestro Idolo máximo, el gordo, prometió 2.900 entradas a rajatabla. Casi 10.000 coparon (no hacen falta muchos más) las instalaciones del "Lencho". Además del folklore expuesto por los visitantes, cantando, alentando y festejando todo el encuentro, el silencio, la frialdad y la desazón se apoderaban de los Garfileños. El "Pepe" que años antes se había ido para ser Campeón, ponía el pecho ante un centro de Velázquez que contribuyó a confundir al fideo Luchetti, para sellar el 1 a 0.

Gestos de dolor como muestra la foto de platea, se vieron esa tarde. No habría que gritar nada. No habría que editar CD's para conmemorar "goles solamente". Solo había que ver enfrente "la otra realidad", esa que le duele al Garfileño, esa que no puede creer, esa que lastima, esa que envidia a morir. Y bué... el clásico deja esas cosas. Ahora habrá que esperar el próximo resultado el la Fortaleza que seguramente acortará la paternidad, hasta el momento que ya ni puedan cantar... hijos nuestros.

Subir